Los trabajos de reconstrucción de la Zona Cero de Nueva York han traído consigo una inesperada sorpresa. Un galeón del siglo XVIII ha sido encontrado entre el lodo mientras se llevaban a cabo los trabajos de cimentación del nuevo World Trade Center.
Se trata de un buque de unos nueve metros de eslora cuya antigüedad se calcula en al menos dos siglos, que se encontraba enterrado a entre seis y nueve metros de profundidad bajo las aceras de la Gran Manzana. Los expertos desplazados hasta el lugar esperan poder recuperar los restos del navío lo antes posible para impedir que la madera se siga deteriorando al contacto con el aire.
Una reciente investigación al hilo de los acontecimientos ha revelado que cerca de la zona del hallazgo, en 1797, había dos muelles pesqueros: el Lake y el Lindsey. Años más tarde, como parte del plan urbanístico para ganar terreno en detrimento del río Hudson, se realizaron labores de relleno en las cuales pudieron ser utilizados los restos del barco ahora desenterrado.
Sin embargo este hecho no debe sorprendernos ya que se trata de un método muy común al que se ha recurrido en muchas ocasiones a lo largo de la historia de la ciudad. Entre los años 1966 y 1973, período de construcción de las desaparecidas Torres Gemelas, la tierra excavada en las obras de la actual Zona Cero fue destinada a este mismo propósito, dando como resultado la superficie de terreno que ahora ocupa el parque Battery, situado al sur de Manhattan.
Según ha declarado el arqueólogo jefe de la autoridad de monumentos del estado de Nueva York, Doug Mackey: "Debemos recoger y registrar todo lo más rápido posible. El análisis se realizará después". Y es que según parece, la acción del Sol y del aire puede acelerar el proceso de descomposición de los restos encontrados.
Para encontrar un precedente similar en esta ciudad debemos trasladarnos al año 1982 cuando, un buque carguero del siglo XVIII fue encontrado durante unas obras en Water Street.
